El Faro


Mi padre y yo vivíamos en un faro en una isla. Un día yo estaba muy contento porque mi padre me iba a dejar que me subiera. Fui muy lejos y al atardecer mi padre me estaba esperando al lado del buzón y cuando llegué me tire encima suya y él me cogió en sus hombros. Subimos a casa y mi padre destapó el piano y nos pusimos a tocar, aunque, al principio, yo lo hacía mal y mi padre me ayudó a mejorar y nos divertimos mucho. Pasó el tiempo y yo practicaba cada vez con un barco más grande mientras que me hacía mayor. Pasaron los años y en primavera ya era mayor y me fui en un barco muy grande. Me despedí de mi padre y entré en el barco. Pasaron los años y mi padre me esperaba siempre y recibía mis cartas pero yo no llegaba nunca. Mi padre se hizo muy mayor y cuando llegué a la isla había muchas cartas tiradas por el suelo. Las fui a recoger y cuando abrí el buzón vi que estaba en la cama. Cuando me vio sonrió y se durmió. Lo estuve ayudando a que se levantara y tocamos juntos el piano. Él murió y yo más tarde tuve un hijo. Toqué el piano en casa con él y mi mujer y él sonrió feliz.