LA PLAYA DE LA ANTILLA
Un día en verano el conejo blanco tenía mucha calor dentro de su casa y salió al jardín para ver si hacía algo de más frío fuera. Cuando estaba saliendo por la puerta notó de nuevo el abrasador calor del sol y decidió coger un abanico y tumbarse en la sombra de su árbol preferido. Pasó un rato y se le cayó el abanico al suelo y cuado fue a cojerlo se dio cuenta de que había un túnel sin luz en el que no se veía el fondo, y como el conejo blanco no tenía nada que hacer se metió dentro del túnel y lo intentó cruzar para ver que había al otro lado.
Mientras tanto, un humano llamado Gulliver estaba en el campo aburrido sin saber que hacer. Pasó un rato y le entró hambre y se puso a comer algo. Cuando terminó de comer decidió dar un paseo para bajar la comida, se levantó, recogió las cosas y se fue a pasear.
Cuando pasó un rato vio a un animal extraño y lo siguió hasta que sin darse cuenta se tropezó y se cayó al suelo porque había metido el pie en un agujero profundo. Como tenía curiosidad Gulliver se metió en el túnel para ver que había al otro lado.
Pasó un rato y los dos llegaron al mismo tiempo desde el mundo de cada uno a una playa de "La Antilla" en Lepe (Huelva). Estos dos se conocieron, se hicieron amigos y estuvieron hablando de como habían llegado allí cada uno y de como era la vida de cada uno. Cuando se hizo de noche los dos volvieron a casa por los respectivos túneles por los que habían llegado y se fueron a dormir pensando en la gran tarde que habían pasado juntos.
Mientras tanto, un humano llamado Gulliver estaba en el campo aburrido sin saber que hacer. Pasó un rato y le entró hambre y se puso a comer algo. Cuando terminó de comer decidió dar un paseo para bajar la comida, se levantó, recogió las cosas y se fue a pasear.
Cuando pasó un rato vio a un animal extraño y lo siguió hasta que sin darse cuenta se tropezó y se cayó al suelo porque había metido el pie en un agujero profundo. Como tenía curiosidad Gulliver se metió en el túnel para ver que había al otro lado.
Pasó un rato y los dos llegaron al mismo tiempo desde el mundo de cada uno a una playa de "La Antilla" en Lepe (Huelva). Estos dos se conocieron, se hicieron amigos y estuvieron hablando de como habían llegado allí cada uno y de como era la vida de cada uno. Cuando se hizo de noche los dos volvieron a casa por los respectivos túneles por los que habían llegado y se fueron a dormir pensando en la gran tarde que habían pasado juntos.
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